REIKI: DESGRANANDO PREGUNTAS ETERNAS

Infografía realizada por Concepción Sanz
2.    Anexo posterior: Cómo se aplica Reiki
3.    El Maestro Mikao Usui, fundador de la Técnica Reiki
4.    El Linaje Reiki
5.    Los diferentes Niveles de Reiki
6.    Los cursos de Reiki. Las prácticas de Reiki. Los diplomas de Reiki
7.    Las herramientas de Reiki
8.    Dar Reiki no es igual a ser Terapeuta de Reiki.
a.- Diferencias entre reikista (Practicante de Reiki) y Terapeuta de Reiki
b.- Cobrar o no cobrar. Cobrar poco/Cobrar más
c.- El Voluntariado Reiki
9.    La Responsabilidad en Reiki. El Maestro de Reiki
a.  Ser Maestro de Reiki no es ser Terapeuta de Reiki
b.  Vivir Reiki
10. Dar Reiki, recibir Reiki, autotratamiento… Higiene
Es muy posible que me deje alguna pregunta más en el tintero (Se admiten sugerencias para recordármelas o más preguntas sobre las que buscar respuestas)…

Sin embargo, mi pregunta es otra:
Las anteriores preguntas ¿Tienen siempre la misma respuesta?
(Continuará…).

Concepción Sanz - TerazulArte®.

Fecha de publicación: 27/12/2012.

CINE Y EL ÁRBOL DE LA VIDA

Ya he explicado en uno de los servicios que ofrezco, en qué consiste la parte práctica y más mundana del Árbol de la Vida.

En su parte más amplia, el Árbol de la Vida habla de la Totalidad y de la Unidad del Universo y con el Universo. Todo lo que conocemos tal como lo conocemos, existe porque existe su contrario y sin embargo, Todo es Uno.

El mundo físico y el mundo espiritual son Uno. Todo y Todos formamos parte de “este Todo”, “de este Uno”. Lo de arriba y lo de abajo son Uno. Lo mejor y lo peor, también.
Hace un año, yo no tenía página web, por lo que no podía escribir de este modo este artículo. Ahora, puedo contar que  acudí a ver la película “El Árbol de la Vida”, -por su título, es evidente. Alguien me habló bien de ella. Sin embargo, a pesar de los premios que obtuvo no gozaba del interés del público. Incluso la taquillera me recomendó que no la viera.

Si: La película dura unas dos horas, creo recordar.  Creo que la película es resultado de un larguísimo proyecto. Desde lo que yo sé sobre lo que es el Árbol de la Vida, creo que hay entre dos o tres momentos clave en los que la película pierde el hilo de lo que está contando. Llaman la atención esos dos dinosaurios que no se sabe por qué aparecen ahí en el momento que lo hacen y que sin embargo ya hablan del poder, de la división.

Con la sucesión de imágenes tipo reportaje National Geographic (Preciosas, por cierto) explica más o menos cómo se formó el Universo, el mundo.

El paso por la vida, la pareja, la gestación, el crecimiento, situaciones y acontecimientos y el comportamiento elegido ante ellos…  Pero como no hay acción como la que desde hace años nos tiene acostumbrados el cine, ni sangre, ni tiros, ni sexo explícito, apenas existen palabras... pues a quién le extraña que resulte aburrida (¿?).

Sean Peen interpreta un papel desasosegado. Cuando se encuentra consigo mismo de niño en el lugar donde todos los seres se reencuentran (La vuelta a la Unidad, al Todo), da lugar a otro despiste más desde mi punto de vista, sin embargo…

Tras verla, puedo decir que me da lo mismo si su director, Terrence Malick,- hace cine para intelectuales (¿?), si es muy larga o más corta, si se la entiende o no, si sería mejor no entrar o abandonar tras los diez primeros minutos…

La película es una preciosidad. Es cine puro. Sensaciones y emociones llevadas a imagen de una forma clara, preciosa, precisa y sobrecogedora y para conseguir hacer esto es necesario ser muy sensible y saber hacer cine. La música es una maravilla, aunque no es una banda sonora original (Creo que está formada por una sucesión de diferentes piezas).

El casting de los niños, estupendo: A través de su aspecto y de su comportamiento muestran la diferencia entre seres humanos. Como he leído en alguna parte, que nadie vaya a ver la película para encontrar a Brad Pitt en un papel “costumbre”, pues su papel es el de un padre y marido tan tierno como violento, miedoso y mundano. La madre,- Jessica Chastain-, interpreta un papel casi etéreo, dulce, sumiso por educación. También muestra la decepción y la dualidad a la hora de decidir.

Al final, todo revienta en esa escena en la playa. Lo siento, pero a pesar de los dos o tres fallos que observé, es difícil encontrar una película como ésta, pues expande la conciencia. Salí del cine reconciliada con el Universo… (Cosa un tanto difícil en estos últimos tiempos).

Concepción Sanz.


CREATIVIDAD


     "Hace unos años sufrí una crisis creativa.

     Podía seguir teniendo buenas ideas para mi trabajo en la empresa en la que trabajaba; sin embargo, si quería dibujar, pintar… ¡NADA!

     Me preocupaba tal bloqueo. Si. Mucho.

     Hasta que una mañana me di cuenta de que para crear es innecesario ser artista y se terminó esta crisis-bloqueo.

     Todos los días se es creativo. Todos tenemos ideas. Las peores son mejorables y transformándolas adecuadamente se pueden convertir en buenas.

     ¡Hasta durmiendo se es creativo! Cuando se prepara el menú semanal, también. ¿De cuántas maneras se puede preparar-servir el arroz, por ejemplo?

     Así que … sin hacer daño a nadie… utilicen su creatividad. Tomen nota de lo que piensan. Siempre sirve para algo: Bien para darle forma, transformarlo y desarrollarlo antes o después, o bien para alejarlo de nosotros si nos hace daño o resulta nefasto para uno mismo o para todos.
  
Concepción Sanz. TerazulArte.

DIAGNÓSTICO: MELANOMA MALIGNO

15/11/2012
Revisado el 07 de diciembre de 2016
No sé explicarlo bien, porque no soy científico, pero aunque queda mucho por hacer, recientemente se ha informado de que tras el tratamiento del melanoma con medicamentos que estimulan el sistema inmunitario, se han obtenido interesantes resultados.
En principio, sería un paso más en el desarrollo de la idea que se venía considerando desde hace años: Obtener una especie de vacuna que resolviera en concreto este tipo de cáncer de piel, pues otros tratamientos no eran válidos.
Por otra parte, es sabido que tras el diagnóstico de una enfermedad grave y/o terminal, el paciente pasa por diferentes fases: Negación y aislamiento, rabia, negociación, depresión y aceptación.
Todas ellas pueden desarrollarse en tal orden o solapándose y según el caso, pueden durar meses, años o segundos. Asimismo, los familiares también pueden verse inmersos en ellas.
Sin embargo, existe una fase fundamental y previa al diagnóstico: La observación por parte del propio paciente, de los síntomas que indican que algo ha cambiado o que ha dejado de funcionar bien.
En este punto, el cuerpo físico es el último testigo que nos alerta ante lo que nos hace sentirnos peor o nos limita.
La peor excusa que nos encontramos ante tales síntomas es el miedo. Miedo que puede llegar a ser paralizante y que se rodea de toda una serie de discípulos: “A mi qué me va a pasar algo así”, “Puede que no sea nada”, “No tengo tiempo para ir al médico”, “etc. etc. etc.”
El melanoma maligno es una rama del cáncer de piel cuya ventaja es que puede ser visto.
Digo ventaja, porque en otras enfermedades es posible que aparte de no hacer caso a los síntomas, éstos pueden venir embozados e incluso a veces mostrarse tarde. Sin embargo, si se observa que una mancha, lunar o peca varía de tamaño, color, forma y bordes, es fundamental acudir a un dermatólogo tanto para eliminar preocupaciones innecesarias, como para poner remedio, pues el melanoma maligno es uno de los cánceres que puede desarrollarse con más rapidez y uno de los más letales.

Algo que no comprendo: Hace años los médicos tenían muy claro que tanto la quimioterapia como la radioterapia no podían combatir el avance de esta enfermedad y por ello y con arreglo a un protocolo establecido se extirpaba mayor o menor cantidad de tejido alrededor de la biopsia inicial. Sin embargo, últimamente tengo noticias de que el tamaño de tejido extirpado se reduce y se aplica al menos radioterapia (Ver nota-corrección*).
Por todo ello, reconozco que he sido y soy un ser privilegiado, pues hoy “recumplo” 16 años:
Había escuchado que si un lunar cambiaba de forma, tamaño, color o manifestaba cualquier extrañeza, se acudiese al dermatólogo. Sin embargo, observé que me supuraba una peca que había viajado conmigo durante 34 años y me dije “Soy joven aún. A mí que me va a pasar algo así”. Observé como se oscurecía y más de lo mismo. El miedo paralizante como excusa estaba haciendo su trabajo.
Días después, en un programa de televisión hablaban del melanoma. Me fijé en las fotos que ilustraban el reportaje: Mi mayor acto de valentía en esta vida puede que haya sido reconocer que “lo que tenía era igual a eso”. Sin embargo, a mi familia le digo que voy a pedir hora para el médico porque lo que tengo “se parece a eso”. Curioso cambio de palabras…
Médico de cabecera: Volante para el dermatólogo. Tomarán una muestra para analizar…
Estoy en la playa, sin querer me doy un golpecito en la peca con la mano. Empieza a sangrar. No lo comprendo: es una herida que no tiene boca. Por la noche tiene un aspecto feísimo. Como el nudo de un árbol viejísimo, como si se alimentase de ella misma.
¿Desde cuándo tiene usted esto? –Me pregunta el dermatólogo-. Desde pequeña. Y siempre recuerdo su comentario: “Desde niña”…
No me doy cuenta en ese momento, más tarde ataré cabos: El dermatólogo fija fecha para realizar la biopsia y muestra prisa por hacerla, a pesar de la observación de la enfermera de que tal día está todo completo.
Llamada para recoger los resultados. En la sala de espera me sobrecoge un frío atroz. Ya en consulta, el dermatólogo lee los resultados y en resumen me dice que si hubiese ido un año después, no habrían podido hacer nada, porque con el melanoma no funcionan ni radioterapia ni quimioterapia”. Sé que es a mí y de mí de quien habla. Por lo que sé, tras escuchar aquel reportaje sé que es necesario extirparlo…
Y en un segundo, me convertí en un caso grave.
Desde entonces, sé que el cuerpo es muy sabio:
Entro en una especie de conmoción que me paraliza, aunque continúe haciendo las cosas con normalidad, aparentemente. Dolor intenso de cabeza, congestión…  A la mañana siguiente, me sangra la nariz mientras estoy desayunando (Como yo no respondo emocionalmente a lo sucedido, responde él por mí).

Privilegiada además, porque aunque se me extirpase un apreciable trozo de carne y una lámina de piel para cubrir tal zona, no tuvieron que meterme en el cuerpo ni radio ni quimio y porque el cirujano extirpó además otra mancha que le pareció sospechosa y que resultó ser potencialmente maligna (Con lo que me ahorró otro paso urgente por quirófano).
De todo el proceso, que no se reduce a lo anterior, - pues siempre es mucho más complejo se mire por donde se mire-, siempre me llamó la atención el hecho de que algo que siempre estuvo conmigo, -desde niña-, a los 34 años mutase y quisiera terminar conmigo...  Bueno, más que llamarme la atención, se me clavó en el alma.
Nunca tuve una quemadura de sol en tal zona…
No me fue difícil observar que… ¿El problema lo tenía dentro?
Me “he deslizado” con vértigo y dolor por todas las fases que he mencionado en el tercer párrafo de este artículo y siempre digo que mi quimioterapia fue otra que vino después del diagnóstico y de la operación.
He invertido constancia y trabajo en mi interés por saber qué podía estar sucediendo y cambiarlo, por lo que no me resultaron ni me resultan extrañas las teorías que he venido leyendo-escuchando-descubriendo desde entonces (Holística, terapias naturales o alternativas … Hammer, estrés…). Y he puesto en práctica todo aquello que me podía y puede ayudar a mejorar y ayudar a otros.
Siempre hay un antes y un después tras la experiencia del cáncer. En mi caso, tanto ella como todo lo que sobrevino posteriormente, cambió mi vida poco a poco para mejor, a pesar de todo lo que esta enfermedad desencadena. Me situó en el punto clave sobre lo que es la vida y lo que es la muerte y cómo valorarlas.

Nunca me he preguntado “por qué a mí”. ¿Y por qué no? Pelirroja, piel blanca, familiares pelirrojos… De tener un cáncer, tenía todas las papeletas para que fuera éste.
Del mismo modo, creo que alguna de las fases ya mencionadas comenzó antes del diagnóstico, precisamente porque “al poder verlo”, el proceso comenzó a desencadenarse con anterioridad.
El cuerpo es sabio. Merece la pena escucharlo, y más aún escucharnos antes a nosotros mismos y poner remedio a todas las emociones diarias que nos descomponen. Esto, al menos es preventivo y ayuda a evitar deteriorar nuestro organismo.
Mi más sincero agradecimiento al Dr. Herranz Pinto, Dr. Pizarro, Dra. Feito (Dermatólogos), al Dr. García Torres (Cirujano plástico) y a todo su equipo, así como al equipo de enfermeros/as y ATS del Hospital de La Paz de Madrid que me asistieron. A los integrantes de la Asociación Española contra el Cáncer, en particular, a Maribel Carreras Barba (Psicóloga). A mis doctoras, Dra. Rincón Maderuelo (Médico de familia) y Dra. Carmen Tosio (Psiquiatra). Y por supuesto, a mis padres y familiares. A Conchita García y todos los terapeutas y personas que han intervenido en mi posterior formación y desarrollo en técnicas naturales. Muchísimas gracias a todos.
Concepción Sanz
(Artículo publicado en la página web y en el Blog de TerazulArte®, el 15 de noviembre de 2012).


*NOTA-CORRECCIÓN (Noviembre 2015)- Tras una revisión pregunto al respecto del protocolo descrito en el párrafo en cuestión. Los dermatólogos me informan de que la radioterapia sólo se utiliza en zonas donde los músculos son pequeños -como la cara por ejemplo-, a modo de prevención.


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