GRUPO PUNTO DE ENCUENTRO (Personas en tránsito profesional)

Noviembre de 2015
"Anuncio de Punto de Encuentro"
(Personas en transición profesional)
Publicado por Manuel Suárez Ruiz


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Manuel Suárez Ruiz “… Me parece a mí que este grupo ya desde sus inicios, apunta a abarcar todos los roles sociales. Gracias por vuestro feed-back. Siempre es agradable saber que hay alguien al otro lado…"
CS Eso! Feed-Back en general.
Si a veces nos quejamos de aquellos que no responden a nuestros envíos de currículums, considero  importante responder a los emails –más aún a los de los contactos-, aunque sea brevemente o tarde. 
A veces, la gente comunica “comunicando” (bip, bip, bip…), o desaparece en “sin combate” –Lo cual dice mucho de nosotros y aparta la confianza-, o acumula contactos como números de una cuenta “sinbancaria” :). 
Gracias y Saludos.








GRUPO LINKEDIN PUNTO DE ENCUENTRO (Personas en transición profesional)

Noviembre de 2015
Anuncio de Punto de Encuentro
(Personas en transición profesional)
Publicado por Manuel Suárez Ruiz

EL APAGÓN DIGITAL Y LOS CONOCIMIENTOS DE GUERRILLA. SABER LEER Y ESCRIBIR

Foto base de Alejandro Escamilla.
Emoticonos tomados de Dreamstime.com y de Cazadores dejuvelibros.blogspot.com
Montaje: Concepción Sanz
Desde hace unos meses me he visto inmersa en un SOS digital continuo. En un particular apagón digital que me dejó totalmente incomunicada dentro de este nuevo mundo virtual que tanto nos atrae y ayuda a lo largo de los días…

Pueden empezar a reírse conmigo desde ya. Desde este momento.

Lo siento por los adictos al teléfono móvil, a Internet, a las redes sociales. Me pregunto cómo lo pasarán ellos si les sucede algo parecido.

Primero, se estropeó el ordenador y debido a una avería anterior, sabía que no tenía arreglo… Y como en la anterior ocasión, tras el “ahora qué hago” inicial, comienzo a desenvolverme como puedo en la biblioteca de mi zona, donde sucede eso precisamente: me desenvuelvo, porque hay gestiones que no pueden realizarse a la vista de cualquiera (Vale: la opción de la biblioteca ya me lo sabía de años antes).

¡Vaya! ¡Además, se estropeó el teléfono móvil!

Voy a la tienda de la operadora de telefonía correspondiente, pero no está el técnico que lleva estos asuntos. Vaya usted a esta otra tienda que sí que está hoy, aunque luego resulta que no es así. Paseo va, paseo viene. Uno de los comerciales puede resolver el problema, pero días después -paseo va, paseo viene-, porque vuelve a desconfigurarse no sé qué cosa u opción que desconozco. Vuelta a la primera tienda, porque la tengo más cerca de casa: “Pues esto hay que enviarlo para reparación”. 

"Huuuummmm... Vaaleee, de acueeeerdo”. Menos mal que me atiende otro comercial aún más avezado en estas materias que aquél primero, y sin enviar el teléfono a ninguna parte, se terminó el problema, aunque mi teléfono sigue pensando de vez en cuando en jubilarse, por lo que se ve.

Conseguí un equipo “ajustadito” tanto en dineros como en recursos y menos mal que me sirve la base refrigeradora que compré tras la avería anterior, para que al equipo no se le derritan las piezas y se suelden entre ellas cocinando un caldo con el que podemos despedirnos de la tarjeta gráfica y ya queda nada que ver en la pantalla.

Aparecen en pantalla los mensajes sobre la conveniencia de actualizar a Windows 10 (el técnico de la tienda de informática me recomendó actualizar y me pongo a ello (Esto no me ha dado problemas… ¡menos mal!).

Veamos: qué programas utilizas, cuáles no. Instala, desinstala, busca y borra archivos… No funcionan ni el escáner, ni la impresora… contacta con las empresas, busca e instala los plugins de actualización para Windows 10…

Mes de diciembre. Fechas del salto entre el año ya pasado y el actual: El teléfono fijo se queda sin línea (no hace falta recordar que el funcionamiento de las líneas telefónicas ya depende de su paso por un router. Otro avance que no veo tan claro).

Quite usted este cable y tal otro… Vuelva a conectarlos… Espere que se resetee el aparato… ¿Qué no funciona? Pues pase usted el cable directamente de la roseta al router… ¿Continúa sin funcionar? Enviamos al técnico… quien cuando viene me explica que hay un conflicto entre la instalación antigua y la nueva… sanea los cables y funciona, aunque cuando coloca las tapas de cierre, el teléfono vuelve a quedarse mudo. ¿Esto es una broma? Se pregunta él mismo. Cambia otro cable y por fin todo funciona…

Días después, el teléfono vuelve a quedarse sin línea y doy aviso. Pasan las horas… al día siguiente me despierto dándome cuenta de que quizá si reseteo… y como el teléfono continúa sin funcionar, repito todo lo que me dijeron y lo que he visto hacer y el teléfono vuelve en sí una vez más. “Procedo a anular el aviso de la avería”.

¡Vaya, vaya, vaya, vaya! En Word, no funciona el “ctrl + click para seguir el vínculo” y por más que busco en los menús y leo las ayudas del programa y busco información en Internet sobre el tema, no hay solución…

Por suerte existe el “Microsoft Answer Desk”, chat con el que otra persona también de carne y hueso responde a todas tus dudas (de esto tendría que aprender Google+, que se esconde tras el más o menos “no podemos responder a todos los emails, busquen respuestas en los foros”).

Me marea ver la cantidad de emails que aún me quedan por leer. Consigo terminar un listado y se vuelve a formar otro. Continúo leyendo, respondiendo y participando en las redes… No se extrañen si participo aún ahora en “debates” de LinkedIn que se abrieron hace meses (perdón, ahora ya se denominan “conversaciones”).

Aparte de todo lo anterior y de otros tantos acontecimientos que ya no listo en este artículo, en todo este tiempo he desarrollado con ahínco lo que siempre he denominado como conocimientos de guerrilla”.

Estos conocimientos, aparte de servir para retrasar o evitar  la llamada al servicio técnico correspondiente -mientras el problema no sea otro diferente-, se incorporan en nuestra mochila mental, para ayudarnos en esos momentos en los que te dices: " a ver cómo era esto... sí... esto estaba en tal menú... esto se hacía así..." (aunque también es fácil olvidar algunos, la verdad).

A lo largo de estos meses, la labor de comunicación tanto escrita (emails y chats) como verbal (presencial y telefónica), ha sido extensa, rápida y sobre la marcha  (no ha habido lugar para la planificación) y de lujo, ya que incluso he podido hablar con personas de carne y hueso, aparte de con las máquinas  de turno “marque 2, o en una valoración del 1 al 10 siendo”… y he descubierto cosas de las que no tenía ni idea.

Sin embargo, a la vez, todo ello me invita una vez más a la reflexión sobre el hecho de que quedarnos incomunicados actualmente, es muchísimo más rápido que la velocidad de descarga de archivos y páginas.

Aparte del robo de cable y los problemas que esto supone, he aquí dos pruebas recientitas:

Lunes 28 de marzo de 2016Acudo a la Oficina de Empleo, para sellar la demanda de desempleo. Los números del panel se suceden, apenas se ralentiza la espera… Sale mi número y me dirijo a la mesa correspondiente. "Buenos días - Buenos días". La señorita copia mi nombre y número de DNI en un cuaderno y sella la papeleta. Algo estupefacta, le planteo mi observación al respecto... Resulta que se ha caído el sistema y hay que apuntarlo todo, para copiarlo después…

Enlazo aquí con la importancia de saber leer y escribir, pase lo que pase: Evitar que a las próximas generaciones les salgan muñones por falta de uso de las manos y no se les desarrollen las funciones cognitivas que consiguen la lectura y la escritura  (Perdón por la burrada).

2 de mayo de 2016, estaban haciendo en mi barrio una canalización de luz. Suspendido el servicio eléctrico por obras de mejora entre las 10 y las 13 horas”.

He aquí la papeleta: Todo los comercios a oscuras y vacíos. Por supuesto, en los bares no puede hacerse ni un café. Los cajeros automáticos no funcionan, tampoco pueden realizarse gestiones en los bancos… cada uno y los demás en las puertas de sus negocios o en grupos hablando con otros. Teléfonos con línea de cobre… dentro de poco podrán contarse con los dedos de una mano, o ni siquiera podrán contarse.

INCOMUNICADOS DIGITALMENTE, sin poder hacer muchas cosas necesarias.

Sólo podían escucharse  las conversaciones de los paseantes, comerciantes y diferente personal laboral esperando en la calle el final de este proceso. A los mendigos, los vendedores ambulantes, y el ruido de los coches y el de la potente máquina trituradora de baldosas abriendo la ruta canalizadora de luz-electricidad.  

¡Qué ironía!

Y en esto no influyen la cantidad de megas que se tengan contratados.
Adiós en un pispás.

Concepción Sanz.